CARTA ABIERTA A DON
MARIANO RAJOY, ACTUAL PRESIDENTE DEL GOBIERO ESPAÑOL
Muy Sr. mío.-
Le manifiesto en primer lugar el enorme desánimo que me embarga hoy al tener que dirigirme a Vd. como ciudadano de a pié, para transmitirle el sentimiento tan decepcionante que padece un sector de la población del país que Vd. preside: los jubilados.
De todos es conocida la imperiosa necesidad de nuestro país de realizar ajustes en el gasto para poder salir airosos de la crisis que, como una guerra fría y cruel, nos ha cogido de forma
inesperada (¿o no?) sin que tuviéramos medios ni físicos ni intelectuales con
que defendernos. No existió un organismo capaz de detectar el problema a tiempo
y adoptar soluciones apropiadas que evitara llegar a la situación en que nos
encontramos. Tampoco el FMI, con el Sr. Rodrigo Rato al frente, fue capaz de
intentar poner una rueda de molino a la especulación a pesar de contar con
datos suficientes para actuar.
Curiosidades del destino, nuestro sistema de defensa nacional mantiene actualmente una deuda superior a los 23.000 millones de euros gastados en empresas armamentísticas, según las malas
lenguas, vinculadas a su actual ministro de defensa. Tal dineral de deuda que no ha servido en nada para la defensa de ese ataque financiero que estamos sufriendo y que tanta desgracia está trayendo a los ciudadanos. Tampoco el ministro de economía, con su larga experiencia en el defenestrado Lehman Brothers, supo en su momento presentar propuestas que nos favorecieran. ¿Lo hará ahora en su cargo de ministro?
Son muy serias dudas que emanan de un nuevo gobierno que aún tiene mucho que decir de lo que piensa hacer para sacarnos de esta situación. A Vd., como a cualquier hijo de vecino, no se le
esconde dónde hay que hurgar para que aflore el dinero que muchos roban a Hacienda, al Estado, al resto de la ciudadanía que sí lo hacemos vía impuesto indirectos, vía IRPF, I.S., etc…
Para que llegue el momento en que seamos los mismos españoles los que velemos porque ese tipo de acciones desaparezca de nuestra geografía, antes tendremos que confiar en los que nos
gobiernan. ¿Y cómo se conseguiría esto? Pues empezando por recortar en la misma Administración Central, Autonómica y Local. ¿Sabe el número de “asesores” vinculados a nuestras autoridades, casualmente vinculados anteriormente a partidos del mismo signo de los que hoy gobiernan, y el dineral que se les paga mensualmente? ¿Y el solapamiento de competencias en las diferentes Administraciones? ¿Y….?
Son solo unos ejemplos de la multitud de casos que existen y que de seguro Vd. no es desconocedor. Por eso le tengo que decir que acabe Vd. con todos esos coladeros abiertos por los que se marchan los millones de euros que hoy Vd. quiere recuperar de los que menos tienen.
Empezó Vd. su gobierno manifestando que subiría el importe de las pensiones para, poco tiempo después, incrementar la tributación del IRPF incluida la de nuestro sector, con lo cual, de subidas, nada de nada sino bajada directa de las mismas.
¿No sería más lógico que dicha subida no afectara a las pensiones o que el importe a recaudar por este concepto fuera captado, por ejemplo, vía disminución de la aportación mensual de 13.6 millones de euros a la Iglesia Católica? ¿O a los sindicatos? ¿O a los títulos nobiliarios? ¿ Y por qué no, del Impuesto sobre Sociedades?¿ Y quizás también a la Casa del Rey? ¿Nos apretamos todos el cinturón?
Muy mal ha de estar un país para que su Gobierno quiera superar sus problemas económicos con el dinero que legalmente les corresponde a sus mayores. Esta decisión está inflada de crueldad y le explicaré porqué lo vemos así:
-Rebaja Vd. los ingresos mensuales de aquellos que más derechos tienen sobre los mismos tras largos años de haber cotizado, sin fallar ni un solo mes.
-Rebaja Vd. los ingresos mensuales a aquellos que más los necesitan porque muchas de sus carencias de salud no están cubiertas por el Sistema Público de Salud, siendo responsabilidad final del Gobierno de España, debiendo costear sus soluciones con recursos propios.
-Rebaja Vd. los ingresos mensuales de aquellos que por su edad, no tienen posibilidades físicas de acceder a otro tipo de ingresos, no siendo el caso de los de menor edad.
-Rebaja Vd. los ingresos mensuales a muchos de aquellos que se ven obligados a mantener a sus hijos y familiares porque estos no encuentran trabajo, labor que le correspondería al gobierno que Vd. preside.
-Porque en España siempre nos han enseñado a respetar a nuestros mayores, velando además por su seguridad, bienestar, aportándoles cariño y comprensión, máximas que se han obviado en toda su amplitud.
Se trata, en definitiva, de una verdadera estafa a los mayores a los que quizás muchos de los gobernantes actuales les deberán sus cómodas y holgadas situaciones económicas de las que
hoy disfrutan.
Sr. Rajoy: Ha procedido Vd. a humillar a los pensionistas antes de eliminar administraciones públicas cargadas de nepotismo, sin hacer una limpieza a conciencia. Sin tocar para nada las SICAV, el Impuesto sobre Sociedades, los sindicatos, las aportaciones a la Iglesia, sin exigir más control del gasto a las Comunidades Autónomas, sin intentar recuperar dineros de la corrupción sea cual sea el color político del corrupto, sin verse un esfuerzo contra el fraude fiscal a pesar de la trasparencia de datos con que cuenta…
Evidentemente Sr. Rajoy, Vd. a estas alturas debe saber de dónde sacar dinero antes de recortárselo a los jubilados y sin embargo no lo ha hecho, lo que este colectivo del que me honro pertenecer, le reprocha de forma contundente.
Un pensionista español.
España, marzo de 2.012