miércoles, 6 de octubre de 2010

MEDITACIONES EN PLENA CRISIS…

Uno se acuerda de Santa Bárbara cuando truena. Es lo que he escuchado siempre desde mi infancia y ahora que realmente truena en nuestro país (y de qué manera), me pongo a pensar en cosas que han ocurrido en el mismo y que quizás hayan tenido que ver con la lamentable situación en la que nos encontramos. Y es que a lo mejor funciona aquello de que siempre hemos de aprender de la historia para no volver a caer en los mismos fallos, sean del tipo que sean y en los escenarios que se den.

He escuchado en alguna ocasión que en España se llegó a construir en un año más viviendas que en toda la Unión Europea. Y esto no es baladí. ¿Somos realmente capaces de imaginarnos el alcance de esta afirmación? En primer lugar habría que cuestionarse si realmente había una demanda acorde con la oferta que surgía. Recuerdo hacer unos números estilo “la cuenta de la vieja” referidos a nuestra ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y ciertamente aquello no cuadraba por ningún sitio. Si había X número de habitantes, a los que habría que restar los que no entran como demandantes de viviendas, uno se preguntaba cómo es posible que el mercado de la vivienda ofertara una cantidad muy superior al resultado anterior.
Para más inri y dadas las buenas condiciones económicas, los precios se disparaban en un supuesto acuerdo no formalizado entre las constructoras y la banca, que se esforzaba hasta límites inimaginables por colocar hipotecas. El negocio parecía claro: Trabajos esperanzadores en el tiempo y garantías aseguradas con las hipotecas, además de unos tipos de interés muy golosos. Y en cosa de un par de años vino el desastre. La gente no puede pagar las cuotas de los préstamos al haber perdido su trabajo. Las viviendas pierden valor, motivo por el cual, si se sobrepasara un determinado porcentaje, el banco podría reclamar bien el pago total de la deuda pendiente, bien aportar más bienes que cubran los coeficientes de garantía. Desde luego, un panorama muy poco esperanzador.
También los bancos se tragan su marrón al tener que soportar las exigencias del Banco de España en cuanto a las previsiones de insolvencias y los límites a sus equilibrios activo-pasivo, privándoles de la necesaria liquidez para poder seguir en la brecha.

Y aquí nos encontramos los de a pie desesperados porque pase la crisis y poder volver a tener esperanzas, aunque esta vez contando con una experiencia lamentablemente muy rica. Y los bancos que pueden (y los grandes pueden) pues a esperar un par de añitos y a vender los inmuebles que se han quedado por cuatro perras…

Otro dato que a mi me parece escalofriante y por supuesto, muy revelador.
En España la población crece entre 2004 y 2010 en 5,4 millones de personas…¡Claro que sí, ante la oferta de trabajo tan grande en el ramo de la construcción y otros oficios colaterales! ¿No va a liderar España ahora que la construcción está en crisis, las cifras de desempleo en Europa? Por supuesto, y por un tiempo aún difícil de predecir. Y los inmigrantes que así actuaron empiezan a ver nichos de supervivencia en otros lugares a los que han de trasladarse no sin antes, claro, agotar el subsidio de desempleo a cuyo derecho han accedido legalmente al cotizar mientras tenían trabajo.

Yo no sé si técnicamente es mucho la cifra de 5,4 millones de habitantes en 6 años. Pero a mi me parecen un montón…

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